En este segundo volumen de la trilogía El príncipe de nada, la Guerra Santa continúa su inexorable marcha hacia el sur. Meticuloso, R. Scott Bakker construye un mundo que explora no sólo las cualidades más bondadosas, sino las sórdidas profundidades de la naturaleza humana. Como en un juego de estrategia, las diferentes facciones inmersas en el conflicto deberán resolver sus propios problemas y, finalmente, elegir entre el odio y la esperanza, entre sus deseos más desesperados y el fin del mundo, entre seguir a Anasûrimbor Kellhus, cuya figura emerge y crece como el anhelado profeta guerrero, o enfrentar el Segundo Apocalipsis.