Los modernos satélites que debían traer la civilización a todos los rincones de la tierra, produjeron los cambios genéticos, las mutaciones irreversibles, primero en los pequeños gérmenes y finalmente en las células acuosas de los seres humanos, provocando el final de esta civilización que tardó milenios en crecer. Tal vez la palabra puede crear. Tal vez, estas mismas palabras, están creando el apocalipsis que nombran. Tras estas páginas cerradas.