Algo le ocurrió a Martina el 4 de diciembre. Desde entonces busca la furia, la actitud o cualquier otra cosa que le permita no traicionar su código. Tiene dieciséis años y ningún lugar al que pertenecer, pero encuentra en el rock el principio de una historia mientras Alice Cooper la mira desde el tejado, cuando el punk es un estado de ánimo y herirse no significa dar la razón a los responsables de todo esto sino, al contrario, decir que existen quienes no temen perder algo para poder vivir…