Declaraciones trascendentes no hubo ninguna, o ninguna que a mí, en ese momento, me lo pareciera, aunque con el tiempo he llegado a rememorar cada palabra de Macis-te como una llave o como un puente oscuro que necesariamente hubiera tenido que llevarme a otro sitio, como si él fuera una máquina de predicciones hecha exclusivamente para mí, algo que sé que no es verdad, aunque a veces me gusta pensar que sí lo es, no muchas, porque ya no me engaño como antes, pero algunas pocas veces sí.