El lector tiene en sus manos un estudio cuyo origen es una sencilla pregunta: ¿qué era una cofradía en la Nueva España del siglo XVIII? La documentación de la época nos ha llevado al tema de las reformas eclesiásticas y civiles de la época. Esto es, de inmediato constatamos que era una definición en realidad múltiple, en disputa en las altas esferas políticas y religiosas; materia de tratados, expedientes voluminosos, reales cédulas y visitas pastorales.
La documentación estudiada, novohispana y peninsular, nos muestra que en una época en que no existía el concepto moderno de libertad de asociación, las cofradías eran el principal instrumento de movilización de recursos humanos gracias a su fluidez e indefinición, por ello la Iglesia y el Estado trataron de apropiárselas para sus respectivos fines en la segunda mitad del siglo XVIII.
La reforma de cofradías, como la mayor parte de la historia americana, sólo puede entenderse en perspectiva comparada con los reinos del otro lado del Atlántico, el de Sevilla ha sido el punto de referencia en este caso. Tan vasto recorrido tiene como objetivo último comprender la organización social del Antiguo Régimen.