El visitante del espacio exterior había hecho un serio estudio de la cristiandad, para averiguar, si era posible, por qué a los cristianos les resultaba tan fácil ser crueles. Había llegado a la conclusión de que al menos parte del problema era la chapucera redacción del Nuevo Testamento. Supuso que la intención del Evangelio era enseñar a la gente, entre otras cosas, a ser compasivo, incluso con los más humildes de los humildes.