leer comprensivamente, primero, y tener competencia lectora, después, ya que la competencia literaria implica toda la actividad cognitiva de la lectura, mide el nivel de eficiencia del lector ante cualquier texto, y no es una capacidad innata del individuo, sino que se llega a adquirir con el aprendizaje, que puede ser dificultado por esa complejidad referida,