Hacer la lista de sus ignorancias sociales sería interminable. No sabe llamar por teléfono, nunca se ha duchado ni bañado. No tiene ninguna práctica en otros círculos que no sean el suyo, popular de origen campesino, católico. Desde esta distancia temporal, me parece torpe y afectada, o hasta grosera, muy insegura en su forma de hablar y sus maneras.