«Ninguna mujer recurre alegremente al aborto. Basta con escucharlas», dijo Simone Veil en su discurso previo a la votación para legalizar el aborto en Francia, en 1975. Interrupción, un libro en el que Sandra Vizzavona entremezcla su experiencia con testimonios de mujeres que abortaron, rompe la losa hecha de silencio, vergüenza y culpa, y nos recuerda también la fragilidad de nuestros derechos para decidir sobre nuestros cuerpos.
A todas las une el silencio. Camille, Chloé, Léah, Delphine, Virginie, Ludivine, Rachel, Lila, Chantal, Valentine, Sophie, Jeanne, Danièle, Sandra. Son amigas, hermanas, sobrinas, compañeras de trabajo, vecinas, médicas, hijas de amigas. También madres. Todas han realizado una interrupción voluntaria de su embarazo en diferentes épocas y circunstancias, por distintas razones. No hablan de ello.