En estas páginas está el mejor Cabrera Infante, el memorioso, el fanático del cine capaz de mezclar la ficción con la vida; la mirada, unas veces tierna, siempre irónica, de quien no puede imaginar el mundo sin películas. La vida se puede concebir sin sardinas, nunca sin el cine. Es este un libro de libros, el resumen de una vida que parece muchas vidas dedicadas a la pasión por el cine. En mi pueblo, cuando éramos niños, mi madre nos preguntaba a mi hermano y a mí si preferíamos ir al cine o a comer con una frase festiva: «¿Cine o sardina?». Nunca escogimos la sardina. Por si hubiera alguna duda al respecto, esa anécdota la despeja: el cine era una pasión para el novelista cubano Cabrera Infante, Premio Cervantes en 1997. Y en esta colección de artículos se disfruta a partes iguales con las anécdotas e historias de directores, galanes a la antigua o vampiresas del cine, y con la voz del propio Cabrera Infante, con su manejo de la palabra, sus comentarios pertinentes y agudos, y con su sentido del humor. Miles de personajes pasean por estas páginas y a muchos de ellos los conoció personalmente, como a Anita Loos, Truffaut o Mae West. Otros fueron sus mitos, como William Holden, Marilyn o Rita Hayworth. Con ironía, una impresionante cultura y su siempre original visión, Cabrera Infante repasa de la forma más amena posible 30 años de la historia del cine. Es, casi, como charlar con el autor, que murió en 2005.