En esta obra Birahima, insolente narrador, es un niño malinké cuyo destino lo obliga a convertirse en niño-soldado y sobrevivir, pasando de facción en facción y país en país, entre las entrañas de golpes de Estado, complots, alianzas y ejecuciones amparadas por discursos maniqueos, tribales e internacionales. Esto le permite observar íntimamente la cruda condición humana y describir, con un desconcertante humor involuntario, la realidad de África del Oeste (Burkina Faso, Costa de Marfil, Ghana, Liberia, Nigeria, Sierra Leona) de la década de los noventa, por la que desfilan personajes como Foday Sankoh, Samuel Doe, Prince Johnson, Charles Taylor, Houphouët-Boigny y Muammar Khadafi, entre otros. Con la impronta de la oralidad de Louis-Ferdinand Céline, esta novela es un recorrido geográfico y emocional de uno de los autores más importantes del continente africano.