La comunicación como arte de vivir

Mi intención es que el cuadrado de la comunicación conciencie de la simultaneidad de los procesos, fomente la capacidad para detectar los cuatro niveles y para cambiar de nivel de forma voluntaria en los momentos difíciles y, para ello, tener las cuatro voces y los cuatro oídos a nuestra plena disposición

en caso de necesidad puede ser útil y coherente cambiar de nivel y preguntarse: ¿qué ocurriría si, por ejemplo, me pasara del nivel de la relación al de la incitación y en lugar de expresar reproches, pidiera algo concreto y factible? ¿Y si cuando veo que la conversación amenaza con estancarse invitara al otro a hacer un cambio de este tipo

El análisis de los cuatro aspectos de una manifestación tiene sentido en el contexto de los seminarios prácticos, con el fin de mejorar nuestro oído musical y aprender a escuchar los tonos principales y los subtonos

Si estudio las lecciones de armonía y conozco los principios fundamentales de la música, seré más capaz de componer e improvisar mejor

Su axioma implícito de la comunicación vendría a decir que el que analice la comunicación y haga explícitos todos los mensajes que contiene, será feliz

por qué hablar de que alguien emite la noticia? ¿Por qué no hablar de que toma la palabra y se expresa

Siempre contaba la anécdota de una joven estadounidense que estaba de visita y que, al ofrecerle un poco más de zumo de manzana, le contestó: «No, no puedo proporcionar de golpe tanto azúcar a mi sistema. Se descompensaría». Illich lo consideraba una historia diabólica —una persona que se describe a sí misma como un sistema cibernético y que se concibe como una existencia incorpórea, casi como una máquina, y que es víctima de una terminología de un totalitarismo rampante—

se trata de un modelo analítico, no normativo

el cuadrado de la comunicación tiene como objetivo mejorar nuestra sensibilidad y, en caso de necesidad o conflicto, posibilitar el análisis y abordar lo que resuena en el aire —pero yo no pretendo proponer ningún esquema ideal de comunicación—

La verdadera maestría también requiere del arte de la comunicación indirecta que consigue que resuene entre líneas lo que queremos decir en realidad, de tal forma que también el otro lo pueda captar, sin tener que reaccionar a ello de inmediato