Me fascina Pizarnik, cada cosa que encuentro, la consumo con avidez. No me gustan mucho los prefacios y las introducciones que adelantan lo que pasa en el libro. Recomiendo leerla al final. De resto, aunque no es una correspondencia copiosa e impactante, tiene cosas muy lindas por rescatar. Ahhh, y por cierto, no están las respuestas de Beneyto. Falla.