Antonio,
no sé cómo empezar estas líneas, pero sí sé que necesito escribirte, porque vos y yo estamos más cerca que nunca. El triángulo se ha cortado –pero solo físicamente. El 26 de septiembre, Alejandra se suicidó. Lo dije. Ya está en blanco y negro. Estoy sola, en un país extranjero. No estuve con ella. No pude acompañarla.