«No hay mejor arma para combatir la literatura institucionalizada, ya sea por el mercado, la academia, el Estado (o los tres anteriores en uno), que la parodia, arte en el que Joaquín Peón Íñiguez se comprueba un maestro con “Ciudad Pantano”. En este libro, desde los precursores del boom latinoamericano hasta los becarios y escritores consagrados de la actualidad son colocados en el banquillo, peor aún, ante el espejo y obligados por Peón Íñiguez a decirnos la quintaesencia de su verdad a través de tehuacanazos autoinfligidos: no se culpe al autor por los daños y las heridas, que son propios de sus voces originarias. De la carcajada a la franca autocrítica, «Ciudad Pantano es un antídoto contra la solemnidad literaria, esa enfermedad de nuestro siglo. Y del pasado. Y…” —David Miklos