Si ya no hay confusión o caos, desde el punto de vista del ego, esa es la amenaza más aterradora de todas. En otras palabras, ya no puedes usar tus malentendidos como tu forma de existencia. Si ya no existe ningún malentendido posible –si todo está abierto, totalmente abierto, mortalmente abierto, mortalmente espacioso–, el panorama resulta muy amenazador. Muy posiblemente, en esa situación intentarás retroceder, intentarás regresar a tu ignorancia. Pero incluso ese esfuerzo tiene un efecto inverso, porque esa ignorancia ya no existe, porque estás viendo que la ignorancia en toda su totalidad es inexistente.