La envidia, la soberbia, la ira, la avaricia, la lujuria, la gula y la pereza son actitudes que tratamos de evitar en la medida de lo posible. Los Padres del Desierto las consideraban un peligro para los seres humanos. Más tarde pasaron a constituir los llamados siete pecados capitales, un concepto que, aunque nos suene trasnochado, o poco convincente, sigue siendo muy actual.
El psicoanalista Bernd Deininger y el padre Anselm Grün (monje de la abadía de Münsterschwarzach) consideran que los siete pecados capitales son pasiones que tratan de dominar a los seres humanos, pero también que encierran una enorme fuerza, capaz de transformar los sentimientos negativos que suelen asociárseles en energía vital positiva. Sin embargo, esto sólo se consigue si nos familiarizamos con las pasiones y nos exponemos a ellas para aprender a manejarlas.
Partiendo de su vasta experiencia en el ámbito terapéutico y espiritual, los autores muestran vías espirituales y psicológicas para controlar estos peligros fundamentales.