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Michel Nieva

Ciencia ficción capitalista

  • Barbara Roa Roaцитирует4 месяца назад
    que los autores de ciencia ficción «dura» fueron en su mayoría hombres, salvo las excepciones de la ya mencionada Judith Merril (1923-1997) o también de Kate Wilhelm (1928-2018).

    Onvres

  • Alejandra Espinoцитируетвчера
    un pasado milenario o reciente. Sin embargo, la conquista espacial capitalista, en una especie de Antropoceno extendido a los astros (o Astroantropoceno), ya violó estas normas del Tratado del Espacio Exterior, contaminando la Luna y la órbita de la Tierra. Un ejemplo concreto, que amenaza con transformarse en un grave problema para futuros viajes al espacio, es la basura espacial. Se estima que hay más de diecisiete mil fragmentos de residuos contaminando la órbita terrestre.75
  • Alejandra Espinoцитируетвчера
    Es decir, que cuando se termine de destrozar la yunga andina o la selva amazónica, solo necesitaremos la tecnología suficiente para reproducirlas en Marte u otra esfera celeste, dando luz a un Amazonas marciano o un Marte andino, intercambiables con los ecosistemas exterminados y depredados en la Tierra (pero sin la inconveniencia de comunidades indígenas que obstaculicen los negocios).

    Sin embargo, si convenimos con las comunidades indígenas que la Tierra está viva, y que no es un objeto cualquiera, reemplazable por cualquier otro como una mercancía, ¿qué ocurre con los otros planetas? ¿Entraña alguna violencia colonizarlos y transformarlos, como otrora ocurrió en Oceanía, Asia, África y América, o es un proceso carente de consecuencias cosmopolíticas?

    Simulación ambiental de la Luna por Adrián Villar Rojas, parte de la instalación The End of Imagination en la Galería de Arte NSW de Sídney. © Adrián Villar Rojas.

    Esta imagen de Adrián Villar Rojas, que forma parte de la instalación The End of Imagination, resulta particularmente sugestiva para pensar este problema. En un futuro especulativo, los grandes imperios de la Tierra colonizan la Luna y emprenden allí la extracción de titanio y aluminio, de cara a usar dicho satélite como base intermedia del proyecto de terraformar y privatizar otros planetas. Sin embargo, en medio de estas banderas que marcan el inicio de la prospección colonial, irrumpe una especie de ánima extraterrestre, monigote totémico que amenaza el plan del capitalismo intergaláctico, ya que su intrusión resulta inexplicable para los saberes astrofísicos y exogeológicos existentes. Se preguntan Elon Musk y su comité de ejecutivos: ¿será un xapiri lunar? ¿Un espíritu cósmico defendiendo su ambiente nativo del colonizador? ¿O será que también hay Pachamama en la Luna y en otros cuerpos celestes?

    La posibilidad de una Pachamama extraterrestre sugiere que no solo es imposible replicar ecosistemas de la Tierra en otros planetas porque aquella es un organismo viviente, único e insustituible, sino también porque cada objeto cósmico cuenta con su propia entidad geológica y biológica que impide volverlo idéntico a la Tierra
  • Alejandra Espinoцитируетвчера
    Justamente una diferencia radical entre estas cosmovisiones amerindias y la de la ciencia ficción capitalista consiste en que, para las primeras, la Pachamama o los xapiri del Amazonas son entidades vivas, geográficamente situadas e insustituibles, mientras que, para la mentalidad del capitalismo, al ser la Naturaleza una mercancía, resulta factible sustituirla y reemplazarla por otra equivalente.
  • Alejandra Espinoцитируетвчера
    Pese a eso, no saben que terminarán igual de contaminados que nosotros […]. Cavando tan profundo destrozarán incluso hasta las raíces del cielo […] y el cielo caerá de vuelta, y cada uno de nosotros será aniquilado.71
  • Alejandra Espinoцитируетпозавчера
    Según explica Kopenawa, mientras la mentalidad capitalista concibe la Naturaleza como una fuente de mercancías muertas, potencialmente extraíbles e intercambiables entre sí, para el pueblo yanomami el Amazonas es un ser viviente, único e irrepetible. Y quienes lo dotan de vida son los xapiri, espíritus que protegen de enfermedades a la selva y a cada uno de sus habitantes, y que regulan los ciclos climáticos. Los xapiri son la verdad de la selva, pero el hombre blanco no puede verlos, porque piensa que la selva está muerta
  • Alejandra Espinoцитируетпозавчера
    asistimos a un precipicio anacrónico de la historia en el que Elon Musk y Jeff Bezos plagian a Cristóbal Colón y a Hernán Cortés. Y en esta falla tectónica de escalas y tiempos, las comunidades indígenas son las que vienen del futuro (del «futuro ancestral», en palabras de Ailton Krenak),67 porque su historia profetiza el peligro que amenaza a toda la vida planetaria
  • Alejandra Espinoцитируетпозавчера
    De manera análoga, el filósofo indígena Ailton Krenak denomina «coma colonial» la intoxicación masiva de ecosistemas que comenzó hace quinientos años con la conquista de América y que en los albores del siglo XXI adquirió estatuto de crisis planetaria
  • Alejandra Espinoцитируетпозавчера
    Es decir que la única experiencia documentada para comparar la crisis socioambiental presente son las historias de los pueblos colonizados del mundo, diezmados por la enfermedad y la violencia europeas. Y por eso las comunidades indígenas, los sobrevivientes del fin del mundo que trajeron el capitalismo y el colonialismo, son los únicos portadores de una sabiduría que ilustra formas diferentes de habitar este y otros planetas de cara a un final irreversible
  • Alejandra Espinoцитируетпозавчера
    Sin embargo, como afirma Viveiros de Castro, las comunidades indígenas ya vivieron el fin del mundo con la colonización,62 que también ocurrió a base de transformaciones socioambientales (la extracción acelerada de recursos naturales y la introducción a gran escala de la esclavitud y los monocultivos exógenos al continente) y de virus desconocidos (viruela, varicela, sarampión, tuberculosis y gripes), que brotaron en pandemias que arrasaron comunidades enteras
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