s curioso saber que Pasteur tenía repugnancia por la cerveza y para sus males debía ser un catador de esta bebida, pero debe reconocerse que fue un poderoso auxiliar de la industria cervecera en Francia. Sus experimentos lo alentaron a escribir un libro sobre la cerveza y sus conocimientos llegaron a Dinamarca, donde los principales cerveceros colocaron su busto en los laboratorios.