El Diario se publicó por primera vez póstumamente, en versión resumida, en 1887, fue un éxito de ventas e inmediatamente se tradujo a varias lenguas. En América latina la admiraron Rubén Darío, Amado Nervo, Victoria Ocampo. José Asunción Silva la recrea en su novela De sobremesa. Marina Tsvetaeva se inspira en el Diario de Marie para escribir sus Cuadernos. También la leen Katherine Mansfield, Anaïs Nin y Simone de Beauvoir. Teodoro Adorno la llamó “La santa patrona del fin de siglo”. En 1964 fueron encontrados en la Biblioteca los manuscritos completos del diario de Marie. La escritora Colette Cosnier, «biógrafa de las mujeres olvidadas”, se encerró en la Biblioteca Nacional hasta leer las 19,000 páginas de los manuscritos y publicó en 1985 una biografía de Marie Bashkirtseff, Un retrato sin retoques. Los fragmentos del Diario que presentamos fueron seleccionados y traducidos por María Teresa Priego, que también nos regala un entrañable prólogo en el que deja claro la influencia que tuvo, y tiene, en la cultura moderna esta extraordinaria artista.