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Tim Wu

Comerciantes de atención

En un momento en que el acceso a la información es prácticamente ilimitado, nuestra atención se ha convertido en un producto fundamental para el mercado. ¿Sentimos que desafían nuestra atención? Los negocios de Occidente dependen de ello. En casi cada momento de nuestras vidas, nos enfrentamos a un aluvión de mensajes, incentivos publicitarios, marcas, redes sociales y otros esfuerzos para captar nuestra atención. Pocos momentos o espacios cotidianos permanecen intactos por los «comerciantes de atención». Pero Tim Wu sostiene que esta condición no es simplemente el subproducto de innovaciones tecnológicas recientes, sino el resultado de más de un siglo de crecimiento y expansión de las industrias que se nutren de la atención humana. Desde el nacimiento de la publicidad hasta la explosión de la web móvil; de la invención del correo electrónico a los monopolios de atención de Google y Facebook; desde Ed Sullivan hasta marcas famosas como Oprah Winfrey, Kim Kardashian y Donald Trump, el modelo de negocio básico de los comerciantes de atención no ha cambiado: desvío gratuito a cambio de un momento de nuestra consideración, que a su vez es vendido al anunciante con la oferta más alta.
651 бумажная страница
Правообладатель
Bookwire
Дата публикации оригинала
2020
Год выхода издания
2020
Издательство
CAPITÁN SWING LIBROS
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Впечатления

  • alejandro carmonaделится впечатлением4 года назад
    👍Worth reading
    🔮Hidden Depths
    💡Learnt A Lot
    🎯Worthwhile

Цитаты

  • Héctor Rojoцитирует4 часа назад
    Como hemos visto, siempre ha habido dos formas de transformar la atención en dinero. La más antigua consiste en cobrar por el espectáculo, como se hace con la ópera, HBO o un libro; en el caso de Google, eso habría supuesto conceder licencias o vender acceso a un producto premium. La segunda consiste en revender la atención que se ha obtenido, y ese es el modelo de los comerciantes de atención.
  • Héctor Rojoцитирует4 часа назад
    Google se parecía más a un proyecto académico que a una empresa y, a medida que crecía su popularidad, gastaba dinero a una velocidad aterradora, sin ningún modelo de negocio a la vista. Como reflexionó más tarde Sergey Brin, su cofundador: «Me sentía imbécil. Tenía una empresa emergente de Internet, igual que todos los demás. No era rentable, como todas las demás, y ¿qué difícil es eso?».
  • Héctor Rojoцитирует4 часа назад
    iba a haber quien ganase dinero vendiendo toda la atención que Internet estaba captando. Sencillamente, no sería Microsoft. El contendiente que más éxito tuviera sería el que entendiese de verdad la nueva plataforma y cómo se iba a utilizar.

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