Ignoro qué habría pensado Canetti de la nueva fenomenología de la masa que tenemos enfrente: las medidas de distanciamiento social y el pánico sin duda han creado una masa, pero una masa, por así decirlo, invertida, conformada por individuos que se mantienen a toda costa distanciados unos de otros. Una masa que, por tanto, no es densa, sino dispersa, y que, sin embargo, sigue siendo una masa si se define, como señala Canetti poco después, por su uniformidad y pasividad, en el sentido de que “un movimiento en verdad libre en modo alguno sería posible para ella [...] pues espera, ella espera un líder, que debe mostrársele”.