«La imagen de la mujer en la pintura española (1890–1914)" es un riguroso estudio que articula los diferentes tipos femeninos que aparecen en las artes plásticas españolas del fin de siglo con los nuevos ámbitos estéticos y culturales en los que se insertan. Aparecen nuevos tipos iconográficos, la prostituta, la mujer trabajadora o la mujer liberada, que conviven con arquetipos tradicionales, la elegante, la mendiga, la gitana o la madre y la esposa, que, sin embargo, se veían sometidos a profundas mutaciones.
A finales del siglo XIX se fraguan una serie de cambios que afectan a la vida cotidiana y que cristalizan en la pintura finisecular a través de la imagen de la mujer. Ésta se convierte en protagonista de los nuevos ámbitos que atraen la atención de los artistas: la intimidad familiar, el mundo del trabajo, la moda, la relevancia social, los bajos fondos o las nuevas formas de ocio, de amor y de sexualidad. La pintura del fin de siglo constituye un ejemplo indiscutible respecto al papel del arte en la creación y difusión de estereotipos femeninos.