Amistad: una historia
Si tuviera que escoger las tres características que más me gustan de cada
una de mis amigas, esto es más o menos lo que elegiría:
ALLY
1. El segundo año de instituto, se pasó todo el curso coleccionando vacas
de porcelana en miniatura y leyendo datos curiosos sobre ellas en la red. Y
todo porque, mientras estaba de vacaciones en Vermont, una vaca —de carne
y hueso, claro— le dio un lametón en la mano.
2. Cocina sin mirar las recetas, y estoy segura de que algún día
presentará un programa de cocina en la televisión. De hecho, ya nos ha
invitado a ir al plató.
3. Cuando bosteza saca la lengua como hacen los gatos.
ELODY
1. Tiene oído absoluto y la voz más clara y melodiosa que te puedas
imaginar, pero nunca presume de ella y solo canta cuando está en la ducha.
2. Hace años, se pasó un curso entero poniéndose al menos una prenda
verde cada día.
3. Le salen ronquidos cuando se ríe, y eso hace que yo me ría más aún.
LINDSAY
1. Baila siempre, aunque esté sola o no haya música. Lo hace en todas
partes, ya sea la cafetería del instituto, un baño o un centro comercial.
2. Rodeó con papel higiénico la casa de Todd Horton todos los días
durante una semana. Al pobre de Todd se le había ocurrido decir por ahí que
Elody no sabía besar.
3. Un día, mientras atajábamos por el parque, se puso a correr de repente
aunque iba vestida con unos vaqueros y sus botas Chinese Laundry. Yo salí
tras ella pero no la alcancé hasta que tuvo que parar, agotada. Nos quedamos
un rato dobladas por la cintura, jadeando, y cuando recuperé el aliento, le dije:
«Tú ganas.» Ella me miró con extrañeza como si se hubiera olvidado de mí, se
levantó y respondió: «No era una carrera.» Creo que ahora sí entiendo lo que
quiso decir.