Lucia Stanton tiene dieciséis años, una inteligencia explosiva, a su madre internada en un manicomio, un Zippo que atesora porque le recuerda a su papá y algunas ideas muy claras acerca de cómo debería funcionar el mundo. Vive en un garaje con su tía, una vieja anarquista con la que comparte algunas reglas esenciales. Para Lucia, la más importante es: “No hagas cosas de las que no te sientas orgullosa”. Luego de ser expulsada por haberle clavado un lápiz a un compañero que le faltó el respeto, a Lucia la aceptan en un nuevo colegio en donde toma contacto con la Sociedad del Fuego, una misteriosa organización de incendiarios que quiere terminar con las desigualdades y los privilegios. La propuesta la fascina. Como lo ha perdido todo, Lucia está dispuesta a quemarlo todo.
«El logro más notable de esta novela es la voz narrativa. Pertenece a Lucia Stanton, su heroína joven y descontenta que recuerda a Holden Caulfield. Lucia es una creación maravillosa y la riqueza de su voz –su inteligencia y distraída precisión— se siente desde la primera página».
The Boston Globe
«Ball se refiere a sí mismo como fabulista, pero no deja de ser un escritor profundamente moral, con un sentido fino de la tragedia… Las novelas de Ball –pese a su astucia, sus misterios inquietantes y sus actos de violencia sin sentido–, son en definitiva una celebración de la compasión, nuestra mejor barrera contra el sufrimiento».
The Atlantic
«Extremadamente bien hecha: ágil, con un lenguaje afilado y un chispeante y peculiar sentido del humor».
The Wall Street Journal