en una condición de ciudadanía si las poblaciones indígenas parecen no tener influencia real sobre un territorio amparado por la legislación internacional, hecho que el Estado pretende desconocer.
Ocurre lo mismo si analizamos nuestra sociedad desde la perspectiva de los deberes. Y es que los deberes ciudadanos son la otra cara de los derechos ciudadanos. Así, el derecho a vivir con una calidad de vida que asegure la dignidad de la persona humana supone que el Estado asuma el deber de velar por las condiciones aceptables de salud, educación, vivienda y alimentación, entre otros, de los ciudadanos que lo componen. Igual sucede con