Todo lo que tengo lo llevo conmigo

Uno se acostumbra al desprecio

Llevo un equipaje de silencio.

Faltaban tres días para Navidad, palabra que coloca abetos verdes en las habitaciones

La estación en ruinas y el adoquinado de piedras abombadas nos indicó que comenzaba una pequeña ciudad.

El ángel del hambre dice todas las mañanas: Piensa en la noche.

Las mujeres de ciudad nunca discuten cuántos huevos se utilizan para la masa de la pasta, sino cuántos se pueden ahorrar. Y como ahorran de todo continuamente, sus recetas de cocina no valen ni como introducción a una obra de teatro.

Contar recetas de cocina es un arte aún mayor que contar chistes.

La justicia del pan no tiene prólogo ni epílogo, es sólo presente. Totalmente transparente o totalmente misteriosa.

El tribunal del pan no delibera, castiga. La tolerancia cero no conoce artículos, no necesita leyes. Ella misma es una ley, porque el ángel del hambre también es un ladrón que roba el seso

El ángel del hambre decía: La saliva alarga la sopa, y acostarse pronto acorta el hambre.