La aventura vital y creativa de una escritora nómada, misteriosa y refulgente.
La obra de Mercè Rodoreda, central en la literatura catalana moderna y no menos incisiva en la literatura europea, corresponde, como un espejo pintado y roto, a sus transformaciones creativas y vitales debidas a las guerras y los exilios a partir de 1939, cuando el sueño colectivo de su juventud fue transfigurado en pesadilla.
En este vivo retrato que condensa treinta años de indagaciones y lecturas, Mercè Ibarz recorre vida y obra, así entrelazadas, y se aproxima a la autora como una escritora punk a partir de sus últimos libros publicados −Viajes y flores, Cuánta, cuánta guerra y La muerte y la primavera−, poco leídos y poco valorados durante décadas, desconcertantes por su libertad expresiva y de composición. Son textos que por fin han encontrado a sus lectores en el presente; con ellos adquieren otra luz las primeras novelas del exilio −La plaza del Diamante, La calle de las Camelias o Espejo roto− y se confirma el valor de sus cuentos.
Escrito a menudo en primer plano, Mercè Ibarz explora las ciudades donde Rodoreda vivió, las fracturas del destierro, sus aspiraciones de mujer y de escritora, y su dedicación absoluta a crear una obra perdurable. Son los colores de la aventura vital y creativa de una escritora nómada, misteriosa y refulgente.