La vorágine (1924) es una novela naturalista de José Eustasio Rivera. Aquí se relata la aventura de Arturo Cova, quien en una huida alucinante se interna en Los Llanos orientales, extensa región de ríos caudalosos, y pierde a Alicia, su amante. El afán de recuperar a Alicia lo llevará a la Amazonia colombiana.
Allí Arturo conocerá la esclavitud de los trabajadores del caucho. Su viaje es un descenso a un infierno particular. Los protagonistas de La vorágine son la selva, sus rituales y la lucha por la supervivencia.
La novela está ambientada en la selva que separa Colombia y Venezuela. Tal es la importancia de este escenario en la trama que se convierte en un auténtico personaje capital de la historia. Los hechos suceden, posiblemente, en cuatro o cinco años. Si bien no se incluyen referencias temporales exactas en el libro, por lo que perfectamente podría haber pasado más tiempo.
Rivera logró en esta narración desembarazar la novela nacional del localismo detallista propio del costumbrismo. Con expresión original, Rivera supo plasmar a través de la tragedia de Arturo Cova la dura lucha del hombre con la naturaleza. Por ello la obra literaria de José Eustasio Rivera está marcada por la importancia que toman en ella las representaciones del mundo natural.
Tanto en los sonetos de Tierra de promisión (1921), como en La vorágine, la naturaleza en sí misma, y su relación con el hombre, aparecen en un primer plano, condicionando la construcción del imaginario poético o transformándose en uno de los leitmotiv de la narración.