El Hombre Hembra, aclamada unánimemente por la crítica especializada como una aportación esencial al género. Aprovecha al máximo la capacidad potencial de la ciencia ficción para presentarnos el contraste entre el mundo real (el tipo de vida actual de muchas mujeres) y un mundo imaginario (la vida que podrían llevar en otras condiciones). Todo ello narrado en un tono poético e intimista que constituye un atractivo más de esta novela excepcional. En este mundo parecido a la Tierra ocurrió un terrible cataclismo, o al menos eso cuenta Janett quizá para esconder una terrible verdad a la ingenua mente de nuestros congéneres terrestres, en Whileaway no hay hombres, todos ellos murieron, se convirtieron en el abono de un tierra mas fértil y pacifica, donde mediante los estudios avanzados en genética es posible la recombinación de genes entre mujeres. Donde las niñas son separadas de sus madres a los cinco años para ser entrenadas en todos los trabajos manuales, donde en la pubertad se les permite vagar en grupos para recorrer el mundo y conocerse a si mismas. Una extraña, hermosa y agridulce utopía. Mediante manipulación cuántica las científicas de Whileaway abren un portal a nuestra Tierra, eligiendo como embajadora a Janett Eveson, no es la mas inteligente, o mas bella integrante de ese mundo, ¿y por qué habrían de enviar a la mas bella?, las mujeres de ese mundo entienden que hay cosas mas importantes que la envidia o la vanidad. Eventualmente cuatro mujeres se reúnen, Janett, Joanna (!una versión libre de la escritora del libro!, rompiendo el cuarto muro), Jeannine, una hermosa y reprimida muchacha neoyorquina, y Jael, una asesina de un mundo alterno llamado Womanland (Si, Mujerlandia, donde también existe el continente de Manland, u Hombrelandia). Entre las cuatro proponen un evento que cambiara sus mundos.