El autor no se ha limitado a crear una novela de carácter rural, sino que ha logrado superar este entorno a base de conjugar dos estilos diferentes; nos encontramos, por un lado, con un lenguaje realista que sirve para que el protagonista central de la obra, un labrador-ganadero de escasos recursos económicos, haga un recuento de su vida. Junto a ello se observa un lenguaje poético y perfecto
en su léxico que utiliza el novelista para mitificar ese ambiente rural, ese modo de vida del personaje central.