Sería inútil tratar de describir el sinfín de cuerpos altos y recios, las expresiones a la vez pícaras e inocentes de unos hombres que están prestos a dar la vida por ti y a venderte al otro día por cuatro chavos. Los kabulíes tienen en toda la India fama bien ganada de ser unos usureros despiadados. Las otras tribus afganas, la mayoría guerreras, tienen otros puntos flacos. Secuestran, sobre todo a las mujeres, incendian y sacan la pistola y disparan por un quítame allá esas pajas. A este respecto, los clanes afridíes del paso de Khyber no se diferencian en nada de los de esta parte de la frontera.