¿Por qué sentí vergüenza de que supieran que veo porno? ¿Por qué mentí? Peor que todo: ¿Por qué le eché la culpa a mi marido, aprovechándome del prejuicio que normaliza el porno, como una experiencia exclusivamente masculina? A él no le molestó, pero a mí me molesta hasta el día de hoy. A veces pienso que lo que realmente me dio vergüenza fue el demostrarme como una persona, como una madre descuidada, que es peor. Una madre que no cumple la función de proteger las mentes inocentes de sus hijos, de la mala influencia del porno. Una madre que no bloquea el iPad.