Publicada originalmente por entregas en 1868 en el periódico La Orquesta y editada poco después en forma de libro, ésta es una de las obras más leídas de la narrativa mexicana del siglo XIX. En primer término es un amenísimo relato de aventuras, pasión, conspiraciones y crímenes cometidos al amparo de la noche durante la turbulenta época colonial. Entre los protagonistas se encuentra Martín Garatuza, personaje inspirado en un famoso ladrón que cometió sus fechorías durante la primera mitad del siglo XVII. Sin embargo, más allá de esta lectura superficial, la obra constituye un alegato en contra del oscurantismo eclesiástico, representado por el Tribunal de la Inquisición, cuya fanática crueldad es puesta en evidencia por Riva Palacio. Finalmente, su libro es una defensa del proyecto político liberal del cual formó parte el autor.