Para Goethe la literatura universal no se reduce a una sola lengua, ni a la producción literaria de un solo país, sino que incluye las lenguas y las literaturas de los diferentes pueblos del planeta. Opera por adición, no por eliminación de diferencias. A este ideal cosmopolita «no ilustrado» responde también el concepto de civilización mundial contemplado por Lévi-Strauss.
En este libro uno aprende cómo se estructuran e interaccionan las culturas como ecuación fundamental para determinar las razas.
Bastante accesible al público en general que no tenemos conocimientos sobre antropología o etnología, por ejemplo. Entendible y conciso.