«Déjenla seguir viviendo del piano y de la música, donde se mueve feliz. Es ahí donde se abren las puertas que se le cerraron cuando, engañada, se embarcó en aquel barco que fue su perdición. Mamá les enseñó el piano, y a tocar ella aprendió más rápido que Raquel. En todo era más avezada que su hermana. Por ejemplo: siendo menor fue la primera en descubrir a las rameras de Liverpool. ¿Ves esas mujeres?, buscan hombres. ¿Para qué?, preguntaba Raquel. Para hacer cosas. ¿Qué cosas? Unas que se hacen adentro de la cama.»
Nancy, una joven inglesa de clase baja, es trasladada en barco desde Liverpool hasta Punta Arenas, donde vive un ganadero austríaco a quien fue vendida como esposa. El paisaje de la Patagonia argentina y sus personajes son nuevos para ella: mineros, hombres de campo, loberos, prestamistas y prostitutas pueblan estas páginas y se mueven alrededor de un objetivo: el dinero. Los hombres se entregan a él, las mujeres son mercancía.
En Un piano en Bahía Desolación, publicado en 1994, trece años después de su obra más reconocida, Río de las congojas, Libertad Demitrópulos nos ofrece un friso de una región y una época, marcada por la consolidación del Estado-nación argentino y la instauración de un modelo económico agroexportador, pero también por la violencia hacia las mujeres y los pactos patriarcales.
«En la literatura, se sabe, el efecto de verdad depende del lenguaje. El estilo y las formas de enunciación de un relato definen mejor que nada la realidad de una trama que intenta reconstruir el pasado. Libertad Demitrópulos hace de la música verbal la clave de la historia» (Ricardo Piglia).