Bajo el influjo de Hemingway, Martín Romaña deja el Perú rumbo a París, pero allí nada es como en los libros del norteamericano. Martín se topa con un mundo plagado de porteras y perros perversos, se casa con una militante de extrema izquierda e intenta, sin demasiada suerte, convertirse en un revolucionario modélico, mientras con humor va escribiendo su novela sobre los latinoamericanos que sobreviven en “una Ciudad Luz a la que se le han fundido los plomos”.