Pequeña filosofía para no filósofos

«sin pertenecer a ninguna comunidad religiosa en el mundo que fuera importante para ellos, solos ante Dios, hicieron realidad la frase: filosofar quiere decir aprender a morir».

lo largo de la historia, han seguido ese camino los individuos que arriesgaron su vida por cumplir un requerimiento incondicional: se mantuvieron leales cuando la deslealtad lo habría estropeado todo, habrían envenenado la vida salvada a costa de la deslealtad, se mantuvieron leales cuando la traición al ser eterno habría hecho que el resto de su existencia fuera desdichada.»

valor civil tiene muchas caras.

conciencia siempre está más allá de nuestros actos, por encima de nuestros actos

ley humana y el mandato divino. La justicia y el derecho natural. La razón de Estado y la voz de la conciencia. El idealismo y la política realista. Leónidas se sacrificó por la patria. Antígona se sacrificó contra su ciudad natal Tebas, por una idea. ¿Qué idea? ¿La piedad? ¿La humanidad? No, Antígona murió por la idea de su propia integridad. Por la integridad de su persona. Prefiere morir antes que vivir con las manos sucias.

objetivo de la instrucción militar es crear una maquinaria de guerra bien engrasada, que en caso de urgencia no recuerde el imperativo categórico, sino que funcione a la perfección.

Pero en la educación de los niños, en el Ejército y en la Iglesia, ocupa una posición clave.

revolucionario también ha de tener sangre fría, la fiera también lucha desdeñando la muerte, el criminal tampoco se arredra ante riesgos.

«Sin Iglesia, sin referencia a una autoridad objetiva, la falsedad se consideraba el peor de los males. Y casi tan mala como la falsedad era la obediencia ciega. ¡Ambas estaban terminantemente prohibidas! Por eso, nuestro padre enfrentaba mi resistencia con una paciencia infinita. Cuando me resistía a hacer algo, no se me respondía con una orden, sino con la explicación de por qué era razonable hacer lo que me decían».

El pan y el orgasmo no lo son todo