La mujer que arañaba las paredes

Por eso estaba tranquila, esperando que su cuerpo cediera, cuando una voz chirriante le desveló que no estaba sola y que debía entregarse definitivamente a la voluntad de otros.

Se oyó un ruido en los altavoces de la pared. Como si la mujer de la cámara intentara decir algo

reo que me hago cargo de la situación

Me he ocupado de que sea imposible.

Reacciona. No te encierres en ti misma

Había conocido el infierno en la tierra, y había padecido la mayor parte de su vida

gritó la mujer, golpeando uno de los ojos de buey, y los golpes retumbaron en la estancia

miró fijamente el cristal. Había sido a la vez los barrotes de su celda y protección contra aquellos monstruos durante los dos últimos años.

No, no me refiero a la decoración. No puedo explicarlo. Parece tener miedo de estar aquí, pero tampoco quiere venir conmigo en el coche

No parecía febril, muy al contrario: parecía tener un control absoluto