«Nada humano me es ajeno», dice una célebre sentencia de Terencio que abre este libro. Los ensayos aquí agrupados abordan asuntos variopintos, pero están férreamente unidos por un nexo común: la experiencia del dolor vivida por uno mismo y observada en los demás, lo que lleva al tema nuclear de esta ambiciosa obra: la empatía a la que hace referencia la cita inicial. Leslie Jamison empieza con un texto en el que relata su vivencia como falsa enferma que simula dolencias para estudiantes de medicina, y a partir de ahí va narrando sus verdaderas relaciones con el dolor: una enfermedad cardiaca, una agresión sufrida en Nicaragua por la que acaba con la nariz rota, un aborto, las adicciones, los cortes que ella misma se causa, los desórdenes alimentarios… Y este dolor vivido en sus propias carnes la lleva a abordar el dolor ajeno en diversas formas: las enfermedades raras como la padecida por su hermano, las carreras de resistencia extrema, la experiencia carcelaria, la violencia irracional, los vaivenes afectivos y, finalmente, la plasmación del dolor femenino en la literatura y otras artes, a través de figuras como Frida Kahlo y obras como Carrie de Stephen King, un poema de Anne Carson o la serie de la HBO Girls. El resultado es un volumen que, partiendo de la memoria personal, deriva hacia el ensayo para abordar el dolor propio y el ajeno como un modo de indagación en uno mismo y en el comportamiento humano. El contundente y lúcido resultado emparenta a la autora con figuras como SusanSontag y Joan Didion, y ha provocado que el libro sea recibido como un acontecimiento literario de primerísima magnitud.