Jibril abandonó Yibuti hace años. En Montreal se convirtió en un hombre nuevo. El país de su infancia ahora es para él tan sólo una tierra extraña. Contratado por una agencia de información, debe regresar durante unos días para llevar a cabo una misión. Francia, Estados Unidos, Dubái y los islamistas se disputan este trozo de basalto. A Jibril le tienen sin cuidado sus querellas, pero se siente traicionado por este país que nació, como él mismo, un 17 de junio de 1977, el día de la independencia. Las heridas se abren, los fantasmas de los suyos le atormentan, su investigación se atasca. Día tras día, se deja arrastrar hacia los peligrosos caminos del recuerdo.
Desde su prisión escondida en los islotes del Diablo, frente a Yibuti, un hombre es informado de su regreso: le sigue con el pensamiento dondequiera que vaya, le interpela, no le deja en paz. Nadie regresa impunemente sobre las huellas de su pasado.
Abdourahman A. Waberi ha escrito un relato que nos deja sin aliento, un relato poético en el que aparece la mítica figura del escritor Walter Benjamin, dispuesto a perturbar el imaginario de los protagonistas.