«Que encontremos algunas plantas y flores torpes o desafortunadas no significa que estén completamente desprovistas de sabiduría e ingenio. Todas ellas, en efecto, se aplican en culminar su obra, y todas tienen la magnífica ambición de invadir y conquistar la superficie terrestre multiplicando hasta el infinito la forma de existencia que representan. Para conseguirlo, y a razón de la ley que las encadena al suelo, deberán vencer dificultades mucho mayores que las que desafía la multiplicación de los animales. Así, la mayoría de ellas deben recurrir a artimañas, combinaciones, mecanismos y trampas que, en el ámbito de la mecánica, la balística, la aviación o la observación de los insectos, a menudo sobrepasan las invenciones y los conocimientos del ser humano.»
La inteligencia de las flores es uno de los textos más sorprendentes sobre el mundo natural y la relación entre el hombre y la naturaleza. Un libro en donde la observación científica va acompañada del asombro, y el misticismo está anclado en la experiencia. Un canto poético a la naturaleza que vuelve a colocar al hombre en el lugar que le corresponde en el mundo: a la par de todos sus habitantes.