El objetivo: El agresor lucha por tener razón. Transigir, darle la razón. Informarle de que se está dispuesto a ceder si con ello se le ayuda.
El ataque: «¡Estás tocado del ala!»
El consentimiento:
«Si con ello te sientes mejor, te doy toda la razón».
«Ciertamente, tienes razón».
«¿Te sirve de algo si te doy la razón?».
«Sí, tienes toda la razón. ¿Te sientes mejor?».
«Si te hace falta, estoy de acuerdo contigo».
Consejos para su aplicación: Esta estrategia la puedes poner en práctica cuando estés harto de los ataques y de la prepotencia de los demás. Pero, cuidado, solamente dale la razón al contrario en los casos en los que no te perjudique.