Mis documentos

Y esa frase «no soy digno de que entres en mi casa», se la dije una vez a mi abuela, al abrirle la puerta, y después a mi padre, que me respondió enseguida, con una sonrisa dulce y severa: «Gracias, pero esta casa es mía.»

esa es la manera como la gente se conoce, contándose cosas que no vienen a cuento, soltando las palabras alegremente, irresponsablemente, hasta llegar a territorios peligrosos, a lugares donde las palabras necesitan el barniz del silencio

Ya era escritor entonces, para ser justos: ya había escrito algunos cuentos, y un escritor es alguien que escribe, bien o mal pero escribe, poco o mucho pero escribe, así como un asesino es alguien que mata, a uno o a varios, a un desconocido o a su padre, pero mata

No mira los libros, ni siquiera sus títulos. Piensa: libros para gente que no lee. Piensa: libros para gente que acaba de perder a su padre y que ya había perdido a su madre, gente sola en el mundo. Libros para gente que ha fracasado en la universidad, en el trabajo, en el amor (eso piensa: en el amor). Libros para gente que ha fracasado tanto como para que a los cuarenta años cuidar la casa de otro a cambio de nada o de casi nada sea una buena perspectiva

En marzo de 1988 entré al Instituto Nacional. Y luego llegaron, al mismo tiempo, la democracia y la adolescencia. La adolescencia era verdadera. La democracia no.

esa es la manera como la gente se conoce, contándose cosas que no vienen a cuento, soltando las palabras alegremente, irresponsablemente, hasta llegar a territorios peligrosos, a lugares donde las palabras necesitan el barniz del silencio.

Después tomó la bolsa y la vació furiosa sobre mis pies. Iba a marcharse sin hablar, había abierto la puerta, pero se detuvo, y antes de irse me dijo, con la voz deshecha, que ella no era ni sería nunca una puta. Y que yo no era ni nunca sería un verdadero profesor.

Quiero imaginarme cómo sería renunciar. Quiero decirle a mi jefe todo lo que pienso sobre él. Quiero decirle que es un concha de su madre, pero sin usar esa palabra.

Mi padre era un computador, mi madre una máquina de escribir.

Yo era un cuaderno vacío y ahora soy un libro.

Mi padre era un computador, mi madre una máquina de escribir.

Yo era un cuaderno vacío y ahora soy un libro