El ejercicio contemporáneo de la investigación en las diferentes ciencias sociales implica pensar constantemente en los procesos metodológicos, su naturaleza, la supremacía del problema de investigación sobre los límites disciplinares y la incidencia de su trabajo en el presente, esto es, su política. Estos cuatro planos conforman un volumen que se ajusta, a su vez, en función de las fuentes, las preguntas de investigación, sus objetivos, la situación de quien investiga… Así, pensar el método involucra una combinatoria permanente de elementos que desborda los aspectos procedimentales y, por tanto, una falta de resguardo metodológico, disciplinar y ontológico, pues ni siquiera las comunidades con que dialogamos o las fuentes con que trabajamos nos garantizan de antemano su forma o su estabilidad a largo plazo.