Un preguntar poético y crítico a las imágenes es el que se propone esta búsqueda, un pensar desde las imágenes y con ellas. En este camino se dialoga con pensadores, artistas y poetas, que nos convocan a un particular llamado de las potencias poéticas del pensar y del hacer ante la imposibilidad de la relación humana. En esta deriva, la presencia de la imagen, como fragmentación y cruce de tiempos, como detonación y explosión de sentidos plurales, conduce al pensamiento hacia el afuera para adentrarse en una memoria inconsciente de nuestra época aciaga.
Dos instancias dan forma a este recorrido: en un primer momento se aborda la presencia de la imagen a partir de obras de artistas colombianos, Bocas de Ceniza de Juan Manuel Echavarría y Aliento de Óscar Muñoz, en las cuales emerge el otro como presencia infinita manifiesta en el rostro, y que da lugar a la pregunta por la imposibilidad y violencia de la relación humana que se explora desde diversas reflexiones de los pensadores Emmanuel Lévinas y Maurice Blanchot. De modo que la contestación que hace la imagen ante la imposibilidad y presencia de lo otro, se despliega como cruce de tiempos y sentidos en un segundo momento en las obras Silencios y Corte de Florero de Echavarría y Versión Libre de Clemencia Echeverri. Estas imágenes contestan a la hecatombe humana de la que surgen, y en este sentido, devienen objetos pensantes que se juegan en el tiempo como anacronismos y fulguraciones. Siguiendo las reflexiones de Walter Benjamin y de Didi-Huberman, crean una condición espacio-temporal propia y distinta, y actúan, por tanto, como imagen-colisión que contesta a lo imposible, para buscar otros modos de creación y de memoria.