Con mi padre, tenía que protegerme. Tenía que permanecer solo, fuerte. Llegó a ser muy difícil después de ese horrible verano comportarme de una manera con las personas de las que no me fiaba y de otras con las que me mantenía cerca, así que se quedó como una regla.
Y luego, después de un tiempo, no tenía ni la menor idea de cómo actuar de una manera diferente