Seguí reflexionando mientras vagaba por la habitación en busca de un cazo o una taza. Las personas miedosas, pensaba yo, son como ciertos científicos que se dedican a la experimentación, muy porfiados y trabajadores, pero sin pizca de imaginación, cosa que los hace muy precavidos. Tras conseguir un resultado nada trivial, miran hacia otro lado, dicen que el experimento ha sido un fracaso, y se alejan de lo nuevo porque están demasiado acostumbrados a lo viejo, demasiado apoltronados dentro de los límites de las teorías de las autoridades