—¿Pero por qué le enseñan esas cosas? ¿Por qué «Atención»? ¿Por qué «Ahora y aquí»?
—Bien... —Buscó las palabras correctas para explicar lo evidente a ese extraño imbécil—. Eso es lo que uno siempre olvida, ¿no es así? Quiero decir, uno se olvida de prestar atención a lo que sucede. Y eso equivale a no estar ahora y aquí.