Esto era la crisis. La puta crisis que había dejado a todo el mundo en el paro y que desahuciaba a las familias de las casas y a los hombres y mujeres sin empleo comiendo en los servicios sociales, cuando los había, con los sueldos reducidos a menos de la mitad, si los tenían, pero conservaba a los ricos tal como estaban, o todavía más ricos.